miércoles, julio 18, 2007

La Garganta del Salto del Tigre, el regreso.

El 4 de Marzo regresamos a Lijiang desde la garganta, no sin antes recorrer unos paisajes como pocos han visto estos humildes ojos. Senderos de infarto, pruebas de valor, y unos contrastes de un río azul verdoso con las escarpadas montañas blancas nos han dejado un recuerdo que perdurará mucho tiempo.

Desde Tina´s parte un sendero hacia la garganta, elaborado por una familia durante tres años y por el uso del cual hay que pagar un pequeño peaje. Un desayuno de "sándwich Naxi", una tosta de pan sin fermentar que se enrolla sobre una mezcla de tomate y ternera, nos dio las energías para afrontar el segundo día.

La bajada a la garganta

Bajar no cuesta demasiado, salvo en los últimos tramos en los que los precipicios empiezan a aparecer. Poco esfuerzo físico y un poco más psicológico. Si no que se lo cuenten a Sam nuestro compi inglés de batallas que iba "amarrao" a las paredes como si la sensación de dejar el contacto con el muro le fuera a lanzar al vacío . Tras una bajada de alrededor de cuarenta minutos se llega a la orilla del río donde la fuerza del agua te hace sentir insignificante. Desde allí se puede atisbar lo que va a ser la subida…

Precipicio Salto del TigreBajada al Yangtse
Tiger Leaping Gorge
Garganta Salto del Tigre
Sendero horadado en la piedra

Un buen resumen del camino de subida. En algunos tramos, el ancho del sendero era de unos cuarenta centímetros. No pasaría nada si no fuera porque a la derecha teníamos una caída cada vez mayor según dejábamos atrás los recodos. Caída a pico de la que te separaba una vallita, en algunos momentos a la altura de la rodilla, formada por clavos de grosor medio clavados en la piedra y unidos por un cable también metálico, al que te agarrabas como si fuera oro. Pronto llegaríamos al punto medio del camino, en el que se deja el sendero de piedra, pero para ello había que pasar una pequeña prueba .

Yunnan, high cliffs in YangtseDesfiladero de Piedra Yunnan
Límite vertical, la escalera.

La habíamos visto desde abajo, y no daba buena espina. Además el serpa no lleva arneses , o eso o los lleva metidos en los zapatos, por ejemplo. Tenía unos 25 metros más o menos y al menos parecía bien sujeta a la pared. Me lancé a la escalada el primero sin mirar atrás y más que agarrado iba empotrado en los escalones . Las vistas, impresionantes, por lo menos para Raquel, que no sufre ningún tipo de vértigo. No hablemos de Sam, más blanco que la nieve, consiguió llegar a la cima sin resuello y desencajado…sin mirarnos siguió subiendo…esto de la altura te hace vivir otras sensaciones y si escribes sobre ello, pues las cuentas. Una persona normal iría con la boca abierta por la maravilla natural . Miraras donde miraras había algo excepcional…


El resto de la garganta

Llegamos a Tina´s un poco cansados por la subida y la descarga de adrenalina. Nos recibieron las chicas de la posada con una matanza de gallinas en la calle…un pelín desagradable. Nos tomamos un té calentito , como siempre, en la terracita que da a la garganta, hicimos el petate y tomamos un coche para salir de nuevo a un ancho valle. Os dejamos un par de fotos del lugar, digno de un documental del Nacional Geographic.





Daju, tras cruzar el río

Otro pequeño paseo, que en esos momentos no parecía pequeño, nos dejó en un ensanche del río y sin acantilados en la que se había instalado un humilde servicio de ferry . Hasta ese sitio era precioso. Subiendo de nuevo una de las colinas aterrizamos en Daju , un pueblín en el que tomamos el almuerzo. No tiene precio pedir coliflor (Hua Cai, vegetal-flor en Chino) y que la buena mujer se meta en el huerto a recolectar los brotes tiernos del susodicho vegetal. Nosotros la ayudamos a que en vez de coger los brotes proyecto de coliflor metiera un tanto por ciento de coliflor tal y como la conocemos nosotros. Unos fideos picantes y un poco de carne completaron el menú.



La montaña de Jade y sus paisajes

La vuelta a Lijiang , ya sin caminatas de ningún tipo, pasa por uno de los accesos a la Montaña, el cual decidimos no visitar, se veía bien desde lejos y nos asustaba un poco el mal de altura ya que llegas a un parque que queda a unos 4200 metros .

Aún así hicimos bastantes paradas en el camino para echar vistazos al valle. Más tarde llegamos a otro parque en el que se podía disfrutar de los Yaks y de un artificial tramo de un afluente del Yangzi. Una vez en Lijiang, una peli en el hostal y cena de pinchitos para asimilar lo recorrido.



Etiquetas: , ,